
Salud articular para atletas de alto rendimiento
Compartir
Comprender tus articulaciones
Los atletas que corren, saltan o levantan cargas pesadas de manera repetida someten sus articulaciones a fuerzas extremas. El cartílago articular —la capa lisa y resistente que recubre los extremos de los huesos en una articulación— permite que estos se deslicen con una fricción mínima. Este cartílago está compuesto por una fase fluida (principalmente agua y minerales disueltos) y una fase sólida formada principalmente por colágeno y proteoglicanos. Según investigadores en medicina deportiva, el colágeno representa aproximadamente el 60 % del peso seco del cartílago articular, y el colágeno tipo II constituye entre el 90 y el 95 % de ese colágeno. La interacción entre el colágeno tipo II y los proteoglicanos proporciona la resistencia tensil y compresiva necesaria para soportar cargas repetidas.
Dado que el cartílago articular carece de vasos sanguíneos y nervios, depende de la difusión a través del líquido sinovial para su nutrición. El movimiento articular actúa como una bomba: cuando nos movemos, el fluido intersticial entra y sale de la matriz del cartílago, aportando nutrientes y eliminando desechos. La inactividad, en cambio, priva al cartílago de nutrientes y conduce a su degradación. Por ello, el entrenamiento cruzado y los ejercicios de movilidad son fundamentales para los atletas, especialmente aquellos que practican deportes de alto impacto.
Estrés particular en los atletas de alto impacto
1. Cargas repetitivas elevadas. Deportes como el running, el baloncesto o el tenis someten las articulaciones a fuerzas varias veces superiores al peso corporal. Con el tiempo, este estrés puede erosionar el cartílago si la capacidad del tejido para repararse se ve comprometida.
2. Movimientos explosivos. Actividades como el levantamiento de pesas o el sprint requieren cambios rápidos en la dirección de la fuerza. Las fibrillas de colágeno del cartílago se reorientan bajo carga para resistir el estrés cortante, pero las cargas repetidas a alta velocidad sin una recuperación adecuada pueden deteriorar estas redes.
3. Entrenamiento desequilibrado. Centrarse únicamente en un tipo de actividad puede generar desequilibrios musculares y ejercer una presión desigual sobre las articulaciones. Por ejemplo, los corredores con estabilizadores de cadera débiles pueden desarrollar dolor de rodilla porque las fuerzas no se distribuyen de manera uniforme.
Estrategias para unas articulaciones resilientes
1. Construye fuerza integral. Fortalecer los músculos que rodean las articulaciones —especialmente caderas, core y hombros— ayuda a absorber el impacto y proteger el cartílago. Incluye entrenamiento de resistencia, pliometría y trabajo de movilidad para desarrollar una fuerza equilibrada.
2. Prioriza movilidad y estabilidad. Los calentamientos dinámicos mejoran la circulación del líquido sinovial y preparan el cartílago para la carga, mientras que los ejercicios de estabilidad entrenan el control neuromuscular para prevenir desalineaciones. Yoga y Pilates pueden mejorar el rango de movimiento articular sin un impacto excesivo.
3. Permite una recuperación adecuada. La renovación del cartílago es lenta; el colágeno tiene una vida media que se mide en décadas, por lo que los tejidos necesitan tiempo para repararse entre periodos de alto estrés. Incorpora días de descanso, sesiones de recuperación activa y semanas de descarga para prevenir el sobreuso.
4. Apoya el cartílago con nutrición. Consumir suficiente proteína y micronutrientes proporciona los sustratos necesarios para la síntesis de colágeno. La suplementación con péptidos de colágeno hidrolizado tipo II puede aportar aminoácidos específicos que favorecen la salud del cartílago. Estudios recientes sugieren que los péptidos de colágeno ingeridos pueden acumularse en el cartílago y estimular la producción de colágeno tipo II.
5. Aprovecha la fórmula específica de Artron. El complejo WELLCARTILAG® de Artron Collagen aporta péptidos de colágeno bioactivos junto con glucosamina, condroitina, ácido hialurónico y agentes antiinflamatorios como jengibre y MSM. Estos ingredientes ayudan a mantener la estructura del cartílago, lubricar las articulaciones y reducir la inflamación, lo que lo convierte en un aliado ideal para atletas de alto impacto.
La integridad articular es fundamental para el rendimiento deportivo. Comprender la composición y el comportamiento del cartílago articular, junto con la adopción de estrategias de entrenamiento y nutrición que lo preserven, permite a los atletas de alto impacto mantener sus articulaciones sanas y rendir al máximo. Combinar un entrenamiento equilibrado, una recuperación adecuada y una suplementación específica como el complejo WELLCARTILAG® de Artron puede marcar una diferencia real en longevidad y confort.